Autores: Antonio Valera Espín


Continuamos con las entrevistas a los autores de la antología del
I Concurso de Relatos Históricos Fábulis. En esta oportunidad hablamos con Antonio Valera Espín, autor de Menipo o el arte de importunar;
relato que ocupó el sexto lugar entre los más votados.
Hola Antonio. ¿Dónde naciste y dónde vives en la actualidad?
Nací en la parte de arriba del mapa de España, pero duré poco en esos húmedos nortes, un par de años. Después, por trabajo, mi padre se instaló en un lugar de La Mancha, y los demás miembros de la familia lo acompañamos, por simpatía y por otras obvias razones; concretamente en Cuenca, pero como mis padres son del sur, en concreto de Murcia, allí acabamos y allí habito con cierto entusiasmo desde que cumplí siete años.
¿Cuándo empezaste a escribir y cuál fue tu motivación para hacerlo?
No sabría decir cuando empecé a escribir. Hace un tiempo encontré, entre papeles amarillentos en el trastero de la casa de mis padres, un relato que escribí siendo niño. Empecé pronto a escribir, sí, pero como lo hacía tan mal, y era consciente de ello, al llegar mi juventud me dediqué a otras cosas para poder ganarme el pan. Y el aciago día en que decidí aprender a escribir, ya adulto, preparé un plan para conseguirlo. Comía todos los días sopa de letras. Me agencié varios cuadernos y las plumas más caras, de esas que se deslizan tan bien sobre el papel que pasaba más tiempo pintarrajeando garabatos que escribiendo. De hecho, aprendí a dibujar antes que a escribir. Asistí a cursos de escritura de incógnito: con barba postiza y capucha si eran presenciales o con pseudónimo si eran online. No fuera a pensar nadie que un escritor como yo, que pronto sería de renombre, necesitaba que le enseñaran el oficio. Leí a Barthes, Jackobson, Saussure, Chomsky, pero no me enteré demucho. Para no parar de leer, veía todas las películas quitándoles la voz y poniendo subtítulos; aunque lo que más me gustaba era leerme una y otra vez a mí mismo, lo poco que había. Componía decálogos relacionados con el oficio como hacen los consagrados. «Si te gusta escribir, lo mejor es escribir», y cosas así.
Bromas aparte, esta afición es bastante dura. Mejor tomarla con humor. No obstante, para mí ha sido y sigue siendo una aventura apasionante, de novela. ¿Motivación? Viene de fuera a adentro. Es como una implosión. No lo puedes controlar.
Como lector, ¿cuáles son tus autores favoritos? y como escritor, ¿en cuáles te inspiras, como cuáles te gustaría escribir?
Inspirarme, me inspiran todos, pero no sabría decir cuáles son mis autores favoritos. Ya no. Cuando era más joven sí me lo planteaba.
Umberto Eco, por ejemplo, influido por el éxito de El Nombre de la Rosa, que me gustó mucho cuando la leí con veinte años. Pero no todas sus otras novelas me han gustado tanto. También me gustó mucho Conrad, del que leí todo lo que cayó en mis manos. Mis preferidas fueron El Duelo y, por supuesto, El Corazón de las Tinieblas. Esta última la he leído varias veces. «El horror, el horror...». Debe ser una de las pocas novelas que he leído más de una vez, junto con Yo Claudio, que suelo volver a leer cada diez años. Por cierto, creo que ya me toca.
Cuando una novela me gustaba, intentaba después leer todo lo que podía de su autor, intentando empaparme de su estilo. Me ha pasado con Vila Matas, con Pérez Reverte, con Somoza, con Piñol, con Almudena, con Gamboa, con Montero, con Torres, con Mendoza. Hasta que me harto de leer siempre al mismo o a la misma y cambio el tercio. Hay que dar oportunidad a otros, oye, que todos tenemos derecho a ser leídos. Y si no me gustan, no pasa nada, me los dejo a medias, hay mucho que leer.
Ahora leo mucha novela histórica, me he decantado por ese género, pero no siempre fue así. La ciencia ficción fue mi preferencia cuando era un muchacho. Asimov, Clarke, Bradbury. Resnik me encantaba. Leí casi todos los libritos que publicaban en España de la editorial Martínez Roca. Super Ficción se llamaba la colección.
¿Qué géneros literarios te atraen más?
El histórico, sin ninguna duda. Aunque como ya he dicho no siempre ha sido mi género preferido. Ahora me ha dado por ahí. Reconozco que cuando me enamoraba leía mucha novela romántica. Cuando me daban ganas de matar a alguien, leía mucha novela negra: Hammet, Chandler y todos esos, geniales. En definitiva, no le hago ascos a ningún género y me pueden mis circunstancias a la hora de escoger.
¿Por qué escribes relatos históricos?
No lo sé. Supongo que será porque es el género que más me gusta, actualmente.
¿Escribes relatos, novelas o ambos? ¿Cuántos has escrito?
Novelas he escrito tres, pero como no las he publicado, después las he convertido en relatos. De alguna me han salido más de uno.
Relatos, no podría decir cuántos he escrito. La mayoría están inconclusos. Publicados tengo seis (contando a Menipo); sin acabar o sin empezar, ciento y la madre.
De tus relatos, ¿cuál es tu favorito? ¿Por qué?
Ahora mismo, Menipo y el Arte de Importunar. También me llena de orgullo haber ganado el concurso de Hislibris con Las Justas Florales. Madre mía, ¡qué subidón!
¿Qué estás escribiendo actualmente? ¿Cuáles son tus próximos proyectos literarios?
Estoy escribiendo una novela larga, de esas que pesan. Empecé con ella cuando gané el concurso de Hislibris. Como premio te animan a escribir una novela que debes presentar en tres años. Ya llevo cuatro años con ella y todavía no le veo el final. La odio.
¿Cómo resultó tu experiencia con Fábulis?
Estupenda, ¿qué puedo decir? Sois (somos) de lo que no hay. Lo mejorcito del mundo.He leído mucho en esta vida, como la mayoría de los que han participado, es una pasión, pero he disfrutado mucho con los relatos presentados. No me he dejado ninguno a medias, y todos leídos en horizontal.
Descarga el relato de Antonio, Menipo o el arte de importunar, y el resto de relatos que componen la antología del I Concurso de Relatos Históricos Fábulis